miércoles, 12 de noviembre de 2008

Morir con dignidad


Que complicado hablar sobre la muerte, y más aún cuando se la asocia a una persona de 13 años. Hannah Jones, de Inglaterra, sufre de leucemia y tomó una decisión difícil pero valiente: morir con dignidad.

Los médicos querían someterla a un transplante de corazón para prolongar su vida, pero Hannah no aceptó. Esto generó muchos debates pero el tratamiento que deberá llevar adelante para evitar un posible rechazo del nuevo órgano podría complicar la leucemia que sufre desde hace ochos años. Si, ocho años, y sólo tiene 13. Es difícil imaginarse una vida así. Ella explicó que pasó demasiado tiempo en hospitales.

Los padres de la joven la apoyan de forma incondicional y aunque quieren tenerla todo el tiempo que puedan cerca de ellos aclararon que no la forzarán a hacer algo que no quiera.

Creo que en este caso todos son valientes, Hannah por defender la forma en la que quiere pasar el resto de su vida y sus padres, por acompañarla. Ahora, ¿seríamos nosotros capaces de aceptar una decisión de este tipo de un ser querido?