sábado, 16 de febrero de 2008

"Hay mucho por hacer" (sic)

En dos años se instalará el hotel Sheraton en nuestra provincia, esto significa un gran avance para Tucumán, pero los visitantes que quieran venir a hospedarse deberán hacerlo en colectivo o en auto ya que no es seguro que los vuelos puedan llegar.
Esta mañana todos los aviones que debían arribar al aeropuerto Benjamín Matienzo aterrizaron en Santiago del Estero. Esto se debe a que se encuentra fuera de servicio por la falla de los sistemas de radioayuda.
¿Cómo pretendemos atraer turismo con nuevas inversiones si los viajeros sólo pueden trasladarse en auto o colectivo?
Es una vergüenza que artistas, como María Marta Serra Lima, deban viajar hasta otra provincia para poder volver a sus casas. Como si esto fuera poco, hace dos semanas que la manga del aeropuerto está fuera de servicio, un hecho que ya se ha repetido en varias ocasiones durante el año pasado. Esto implica que toda la infraestructura de planta alta del aeropuerto está fuera de uso.En fin, sé que no todos viajan en avión -principalmente por cuestiones económicas-, pero los que deciden hacerlo tienen derecho a llegar a destino en horario y sin complicaciones.
Si no se pueden solucionar los inconvenientes, el Sheraton se instalará, pero en Santiago del Estero. Pero hay que reconocer que Alperovich tiene razón en algo: "HAY MUCHO POR HACER".

sábado, 2 de febrero de 2008

Noches solitarias

Prendo la radio y la música invade mi cuarto. Cualquier emisora es buena, no intento sintonizar alguna en particular. En realidad lo que estoy buscando es que alguna canción me distraiga, no quiero pensar... Se hace de noche y la oscuridad trae con ella la soledad.
Me pongo los auriculares y el mundo parece detenerse; es como estar inmersa en una burbuja en donde nada malo pasa, ni nada es triste. De repente la música parece estar lejana, es como si alguien hubiera bajado el volumen, pero no, una fuerte lluvia dejó sin electricidad a la ciudad. Ya no escucho nada y me doy cuenta de que todavía tengo los auriculares puestos; me los quito y me acerco a la ventana. Veo las gotas caer sobre el vidrio y siento como si me hubieran hipnotizado. Cuando pensé que el sueño me estaba ganando dejó de llover. Una noche más termina y espero que los primeros rayos de sol entren por mi ventana. Todo parece más claro y la tristeza y soledad de la oscuridad acaban.
Es un nuevo día y la rutina comienza una vez más; trabajar e intentar no pensar que la noche llegará y con ella el único momento en el que estoy sola.