domingo, 8 de junio de 2008

La octava noche

Por octava noche consecutiva miré el reloj que me decía que eran las 4. Pensé en levantarme y buscar algún remedio casero para poder dormir… -si ya probé de todo y nada funcionó hasta el momento-. Quiero ir hacia la cocina para tomar un vaso de leche, pero algo me frena. Sí, ahora lo escucho; afuera el viento sopla muy fuerte y pareciera que va a arrasar con todo en su camino.

Cuanto más esfuerzo hago por dormirme, más ruidos escucho y mi mente no deja de imaginar cosas. Pero me doy cuenta de algo; -¡cómo no lo noté antes!- esta es también la octava noche en la que el viento sopla con una fuerza inusitada. En ese momento intento buscar una explicación lógica y me digo a mí misma que no es algo raro que haya tanto viento, pero ¿porqué escucho los mismos ruidos que las madrugadas pasadas? Quizás el cansancio hace que mi imaginación me engañe.

Estoy alerta, sin embargo no siento miedo…finalmente me levanto, agotada de dar vueltas en la cama. El viento para y de repente todo es silencio. Pero algo raro sucede, mi casa es diferente, -quizás porque no es mi casa- y me doy cuenta de que recorro un pasillo donde todo es blanco e inmaculado. Es el pasillo de un hospital.

Veo a mi familia hablando con un médico y me acerco a escuchar; parecen no notar que estoy ahí. ¿Qué pasó? ¿Por qué están tristes? No me escuchan.

Por octava noche consecutiva entran a mi habitación junto con el doctor: “Lo siento, nada cambió…sigue dormida”.

7 comentarios:

M Luisa dijo...

¿Será que ella quería seguir dormida? ¿Acaso algunas veces no resulta más cómodo vivir la vida desde afuera... com si fuéramos expectadores que sólo nos miramos sin asuimir el papel?
¿Será que se puede vivir así? ¿O sólo nos adormece?

Ricardo Gómez Madrid dijo...

Estupendo relato Bernardita. La verdad, muy bueno en cuanto a manejo de tensiones y a la expectativa que genera. Ese final no podría ser mejor.
¿leíste alguna vez el relato "Las ruinas circulares de Jorge Luis Borges"? Por favor leelo, te encantará. Vas a ves que, a pesar de que son totalmente diferentes, esa preocupación por el tema de los sueños tiene vertientes muy interesantes.
Simplemente me encantó tu relato... felicitaciones che!!!

Diego Nofal dijo...

Brillantez onirica, te felicito.

Anónimo dijo...

No me esperaba ese final. Me gustó porque creaste expectativa hasta la última frase.

Marcelo

Anónimo dijo...

Realmente muy bueno; ¿habrá sido un sueño? ¿será así cuando "nos vamos"? me encantó.

Anónimo dijo...

Acaso no estamos todos atravesando ese estado? no estamos todos en un sueño del que nos querriamos despertar? y si esos momentos en los que soñamos son los pocos instantes en los que estamos en contacto con la realidad tal cual es??? es posible q esta realidad q vivimos sea irreal, y la confusion onírica q soñamos, sea realmente el mundo tal como es.

Nicolino Roche

Alejandro Castroguer dijo...

Hola, Bernardita Padilla,
me gustó tu relato, tiene algo mágico que le hace apetecible.
A veces uno sospecha que esa gente varada en una cama guarda un hilo de vida mayor del que sospechamos los que estamos al otro lado de la cama.

Por cierto, lo encontré buscando en Google "la octava noche", que por capricho del destino es precisamnete el título de mi blog.
Te dejo el enlace por si quieres pasarte:
http://butaca111.blogspot.com/

Yo ya te añadí en mi lista de blogs.
Saludos desde España.